Como cada año por estas fechas acudimos a nuestra cita con los barbos para pescarlos a seca. El río donde los pescamos tiene en estos meses una fuerte bajada de caudal, y los barbos en las zonas más paradas empiezan a hacer acopio de moscas secas, sobre todo pequeños dípteros.
Es una pesca complicada, hay que observar mucho cómo esta comiendo, dónde lo hace, el número de barbos comiendo a la vez... para lanzarles la mosca con un mínimo de garantías.
Normalmente si están comiendo en grupo habrá que lanzarle al más cercano. Al igual que hacemos con las truchas, un movimiento fuera de lo común, una sombra en el agua, una caída de linea brusca, o las pequeñas ondas que se hacen en el agua al entrar al río hará que se bajen y no se vuelvan a poner hasta pasado un buen rato.
Las moscas que utilizamos son pequeños dípteros y efémeras según estén eclosionando. Lo normal en esta época es pescarlos con emergentes de
rhodany y
pardondes. Hay ocasiones en las que también los encontramos en pequeñas corrientes, y en estos casos habrá que fijarse muy bien en nuestra mosca ya que se hace difícil la localización, y no nos vale fijarnos en la subida como podemos hacer con nuestras amigas las truchas que comen mucho mas enérgicas. Para ello utilizamos moscas con un señalizador, como la que pongo en la foto, que a su vez nos funcionará también para pescar al agua con una pequeña ninfa montada en tandem.
Saludos... me marcho a pescar!!!