martes, 21 de febrero de 2012

Barbos en la ciudad...



Coincidiendo con que el tema de la trucha está cada vez más complicado aquí en la Comunidad Valenciana, he dedicado más jornadas que nunca al barbo, llegando al extremo de engancharme a este torpedo de agua dulce. Lo mejor de todo es que lo tengo muy cerca de casa, y puedo escaparme cualquier rato a desestrasarme y aliviar la tensión acumulada en tiempo de veda. Con ninfas, secas, tandems... Como si de truchas se tratara, vamos pescándolos y poniendo a prueba nuestros equipos. La técnica es parecida a la de la trucha, sólo que estos requieren de otros detalles diferentes que hay que tener en cuenta. La pesca al agua de este pez, de no ser que sea en casos concretos, es más complicada, ya que es más difícil excitarlos como podemos hacerlo con las truchas para que tomen nuestra mosca. También el grado de desplazamiento hacia nuestra mosca se reduce muchísimo respecto al de nuestra amiga, al menos en los ríos que estoy frecuentando. Es una pesca que me gusta porque hay que observar mucho, en ocasiones a penas se les distingue comiendo, hay que ver muy bien qué comen, por dónde entrarles... Una sombra, una onda, un ruido, y nos hemos quedado sin captura.

Sin duda alguna, como más estamos disfrutando es pescándolos a seca, con emergentes y ninfas emergentes. La primera carrera de este pez es explosiva, hay que tener muy en cuenta dónde tenemos el resto de linea que siempre nos sobra del carrere y recoger enseguida para trabajarlo desde éste. Una pequeña tensión de más y el pez aprovechará para partirnos el tippet, doblarnos el anzuelo o dejarnos con cara de tontos.







Buenos ratos que pasamos el otro día pescándolos al sereno! Ya prácticamente no se veía nada, sólo quedaba la opción de lanzar intuyendo dónde estaban comiendo, tensar la linea al máximo y esperar a sentir cualquier tironcito de la linea para que el desenlace se produjera.






Una manera de pescarlo que nos está funcionando muy bien es con tandems de seca/ninfa. Este pez es muy caprichoso con la altura a la que come, y llevar la ninfa a la altura que ellos quieren supone un problema cuando hay que pescarlos desde lejos y aguas arriba.




A ver si repito muchas más jornadas con mi amigo Arturo y podemos terminar un video que estamos grabando pescando barbos.

Saludos